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Del campo al supermercado: cómo se reparte el dinero

¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible que un kilo de tomates se pague en el campo a apenas 0,40 €, y luego tú lo encuentres en el supermercado a más de 2 €? ¿Dónde está el resto del dinero? Esta diferencia no es casual, ni justa.

Mientras el agricultor trabaja duro, asumiendo riesgos con el clima, plagas y costes crecientes, es precisamente quien menos gana en toda la cadena. Sin embargo, muchos desconocen qué ocurre entre el campo y el supermercado para que el margen se reparta así.

Para entenderlo, vamos a desglosar paso a paso cómo funciona la cadena agroalimentaria, quién interviene, cuánto gana cada uno, y qué consecuencias tiene esta distribución desigual para el futuro de la agricultura en España.

¿Qué es la cadena agroalimentaria y cómo funciona?

La cadena agroalimentaria es el recorrido que sigue un producto agrícola desde que se cultiva hasta que llega al consumidor final. Está formada por varios eslabones clave:

  • Agricultor: Produce los alimentos. Su trabajo comienza en el campo, con inversión en semillas, fertilizantes, maquinaria y mucho esfuerzo. También asume riesgos climáticos y económicos.
  • Cooperativas y mayoristas: Muchos agricultores venden su producción a cooperativas, que agrupan cultivos para comercializarlos mejor y obtener mejores precios. Las cooperativas también facilitan servicios como almacenamiento, certificación y asesoramiento.
  • Intermediarios: Comerciales que compran grandes volúmenes para vender a distribuidores o supermercados. Manejan la logística y negociaciones.
  • Distribución y transporte: Aquí se suman costes de transporte, almacenamiento, refrigeración, envasado y manipulación que aseguran que el producto llegue fresco y en buen estado.
  • Supermercados y puntos de venta: Venden el producto al consumidor final. Tienen costes operativos elevados (locales, personal, marketing) y poder para imponer precios.

Cada eslabón añade un valor o coste, pero la mayor parte del beneficio suele concentrarse en los últimos, especialmente en supermercados e intermediarios.

cadena agroalimentaria desde el campo

¿Cuánto gana cada eslabón? El reparto real del dinero

Según datos de organizaciones como COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el reparto aproximado de márgenes para productos frescos como el tomate o limón es el siguiente:

  • Agricultor: se queda con un 10-15 % del precio final. Es decir, por cada kilo de tomate vendido a 2 €, el productor recibe entre 0,20 € y 0,30 €.
  • Cooperativas y mayoristas: alrededor del 10-20 %, según su tamaño y modelo.
  • Intermediarios y distribución: suman aproximadamente un 20-30 %.
  • Supermercados: se llevan entre el 30 % y el 50 % del precio final, según el producto y la cadena.

Por ejemplo, para el aceite de oliva, el productor suele recibir menos del 20 % del precio que paga el consumidor en tienda.

Esta realidad supone que el esfuerzo y riesgo del agricultor no se ve recompensado proporcionalmente.

EslabónMargen
Agricultor10-15%
Cooperativas y mayoristas10-20%
Intermediarios y distribución20-30%
Supermercados30-50%
Tabla 1. Reparto del dinero en la cadena agroalimentaria

¿Quién fija realmente los precios? ¿Por qué el agricultor siempre pierde?

El precio que recibe el agricultor no lo decide él, sino que depende de varios factores externos:

  • Oferta y demanda global: La competencia es intensa, con productos de otros países que pueden entrar a menor coste.
  • Poder de negociación de intermediarios y supermercados: Estos grandes actores tienen la capacidad de imponer precios bajos a agricultores y proveedores.
  • Importaciones baratas y competencia desleal: Productos importados que no cumplen las mismas normas medioambientales o sociales pueden ofrecer precios menores, presionando a la baja los precios locales.
  • Acuerdos comerciales y legislación: A veces las leyes no protegen suficientemente al productor frente a prácticas comerciales abusivas.

El resultado es que, aunque el agricultor sea quien produce el alimento, apenas tiene margen para decidir el precio y, cuando intenta negociar, puede ver reducidas sus ventas.

Consecuencias de este desequilibrio para la agricultura y la sociedad

La desigualdad en el reparto tiene impactos muy negativos:

  • Abandono de tierras y explotaciones: Muchos agricultores, especialmente jóvenes, abandonan el campo por la falta de rentabilidad.
  • Endeudamiento y precariedad: La presión económica obliga a algunos a endeudarse o a abandonar prácticas sostenibles.
  • Pérdida de soberanía alimentaria: Dependemos cada vez más de importaciones, perdiendo control sobre qué comemos.
  • Concentración del poder en supermercados y grandes empresas: Esto limita la competencia y reduce la variedad y calidad de productos.

Todo ello pone en riesgo el modelo agrícola sostenible y el desarrollo rural en España.

sección de agricultura en supermercado campo

¿Qué se está haciendo y qué debería hacerse?

En España existe la Ley de la Cadena Alimentaria, que prohíbe vender por debajo del coste para proteger al productor. Sin embargo, su cumplimiento es irregular y no siempre se controla eficazmente.

Se promueve también el etiquetado claro del precio en origen para que el consumidor conozca cuánto gana realmente el agricultor.

Además, fomentar cooperativas fuertes permite a los agricultores negociar mejor, acceder a mercados y reducir intermediarios.

La venta directa y los mercados locales son alternativas para que el productor llegue mejor al consumidor final.

En Europa y España se plantean también políticas para limitar el poder de las grandes distribuidoras, incentivar la agricultura sostenible y mejorar la transparencia en la cadena.

Conclusión: ¿Quién se está beneficiando realmente?

La agricultura es la base de nuestra alimentación y cultura. Los agricultores trabajan día a día, enfrentando riesgos y dedicando esfuerzo para que todos podamos comer. Sin embargo, la distribución del valor económico en la cadena agroalimentaria es profundamente injusta.

Alguien está ganando mucho dinero a costa del esfuerzo del campo. Por eso, tanto agricultores como consumidores deben estar informados y exigir políticas justas, transparencia en los precios y un modelo agrícola sostenible que recompense a quienes trabajan la tierra.

Si eres agricultor, conoce tus derechos y únete a cooperativas que defiendan tu trabajo. Si eres consumidor, apuesta por productos locales, de calidad y con información clara.

Juntos podemos cambiar esta realidad para que la agricultura sea rentable, justa y sostenible para todos.

Fuentes y recursos

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Preguntas frecuentes

¿Por qué el agricultor recibe tan poco dinero por sus productos?

El agricultor recibe una parte muy pequeña del precio final porque existen varios intermediarios que añaden costes y márgenes a lo largo de la cadena. Además, los supermercados y grandes distribuidores tienen un poder de negociación que les permite imponer precios bajos a los productores.

¿Qué papel juegan las cooperativas en la cadena agroalimentaria?

Las cooperativas agrupan a agricultores para comercializar juntos, lo que les ayuda a conseguir mejores precios y reducir intermediarios. También ofrecen servicios como almacenamiento, certificación y asesoramiento técnico.

¿Cómo afecta la importación de productos a los precios que reciben los agricultores?

Las importaciones, especialmente de países con normativas menos estrictas, pueden venderse a precios más bajos, lo que presiona a la baja los precios locales y reduce el margen de los agricultores nacionales.

¿Qué es la Ley de la Cadena Alimentaria y cómo protege al agricultor?

Es una ley española que prohíbe vender productos agrícolas por debajo del coste para evitar prácticas abusivas. Sin embargo, su cumplimiento es irregular y muchas veces no se aplica con eficacia.

¿Qué consecuencias tiene esta desigualdad en el reparto de beneficios?

La falta de rentabilidad puede llevar al abandono de explotaciones, endeudamiento de agricultores y pérdida de soberanía alimentaria, además de concentrar el poder en grandes supermercados que limitan la competencia.

¿Qué puede hacer un agricultor para mejorar su situación?

Unirse a cooperativas fuertes, apostar por la venta directa y mercados locales, y exigir transparencia y respeto a la Ley de la Cadena Alimentaria son pasos fundamentales para mejorar su posición en la cadena.

¿Qué pueden hacer los consumidores para apoyar a los agricultores?

Comprar productos locales y de calidad, informarse sobre el origen y el precio real que recibe el productor, y exigir transparencia en el etiquetado ayudan a apoyar una agricultura justa y sostenible.

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